La frase “desayuna como un Rey” tiene mucho sentido. Después de varias horas de ayuno durante el periodo de descanso nocturno, consumir la primera comida del día puede condicionar positivamente el posterior rendimiento cotidiano y estado de salud del cuerpo y la mente.
Desayunar es lo que brinda al organismo, el suficiente aporte energético para comenzar la jornada y así cumplir con todas las actividades planeadas.
Desayunar regularmente, mejora el rendimiento físico e intelectual y ayuda a prevenir el sobrepeso y otras enfermedades. Ahora bien, sabemos que desayunar no siempre se nos es posible porque muchas veces las distintas actividades, quehaceres y urgencias hacen caóticas las mañanas. Además, si se es padre o madre o se tiene una gran demanda de trabajo diaria, hacerse tiempo para desayunar se suele dificultar.
Es habitual escuchar en la opinión pública que el desayuno es la comida más importante del día, sin embargo, mucha parte de la población aún sigue sin hacerlo.
Demás está decir que estamos en la cultura “multitasking” que incrementa la necesidad de sobrevivir a la rutina diaria con productividad personal para poder estar en actividad y movimiento en un breve periodo de horas gestionando múltiples tareas al mismo tiempo.
Más allá de quedarse en el lamento y pasividad, los problemas mencionados encuentran su solución en la organización y gestión del tiempo.
Si se lo piensa en términos de ganancias y beneficios, desayunar bien impacta positivamente de forma integral nuestra vida diaria. Siendo una rutina, costumbre y sobre todo necesidad, invertir tiempo, constancia y voluntad en desayunar saludablemente es símbolo de ganar vida, energía y salud.
El desayuno permite al organismo estar despierto, vital, enérgico, fortalecido y alerta para responder de forma más inteligente a las circunstancias diarias.
Constantemente, tenemos que estar atentos y advertidos de lo que hacemos, pensamos y consumimos para rendir bien en el ámbito escolar y en el ámbito del trabajo.
De todas formas y más allá de la productividad, no somos robots. Depende de nosotros tomar conciencia y hacer el cambio de hábitos para evitar padecer malestares y dolencias innecesarias que condicionan el bienestar. Las redes sociales toman tiempo de vida que podría invertirse en organizarse mejor y accionar por la salud.
Ahora bien, para iniciar el día con energía es preciso que los alimentos elegidos tengan un gran valor nutritivo. Porque no es cuestión de sólo de cantidad sino de calidad nutricional lo que comamos. Lo que mas quisiéramos es evitar las consecuencias de no desayunar poco agradables y que perjudican notablemente la salud: falta de concentración, mareos, debilitamiento y otras afecciones.
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