La costumbre de comer postre ocupa un lugar importante si lo que se quiere es satisfacer el antojo de comer algo dulce o bien sorprender a los comensales. Conoce 4 recetas de postres fáciles y rápidos de preparar.
Los postres son ese complemento ideal para acompañar las comidas y esos momentos en los que queremos degustar algo dulce. Pueden consumirse tanto en el almuerzo, como en la cena o hasta incluso algunos de ellos, durante el desayuno.
Si eres de esas personas que no pueden resistirse a estas delicias no hay nada de qué preocuparse. Los postres pueden adaptarse a cualquier tipo de plan alimentario, sea que debamos llevar una rutina de alimentación estricta o no. No hay necesidad de privarse de algo que uno le hace bien.
Pues más allá de que popularmente los postres son conocidos por sus grandes aportes energéticos y calóricos o bien por su elevado nivel de grasas saturadas y azúcares, cada vez más recetas adaptan sus ingredientes para que estos bocados dulces puedan ser mucho más amigables con la salud.
Dejando de lado las falsas creencias respecto al tema, la verdad es que comer postre nos brinda una sensación de bienestar y felicidad increíble que amamos disfrutar. Además, es ese aperitivo perfecto para degustar en soledad o en compañía de los amigos o la familia.
En la actualidad existe una cantidad enorme de postres para todos los gustos y paladares más exigentes. Sin duda, los postres son sumamente versátiles y flexibles porque permiten un montón de ingredientes, texturas, sabores y combinaciones posibles. Cada uno de ellos tiene su encanto y magia.
Hay postres más ligeros y en consecuencia más saludables, como lo son aquellos bajos en azúcar y grasas saturadas que incluyen frutas e ingredientes bajos en calorías pero muy robustos en nutrientes.
Hay otros postres más potentes que al excederse en la combinación de ingredientes altos en azúcares y grasas poco saludables, terminan por ser muy empalagosos y pesados para nuestro sistema digestivo.
Podemos encontrar postres hechos con frutas como la ensalada de frutas o el salpicón de frutas; postres a base de lácteos como la natilla o el Cheesecake; postres fritos como los churros o donuts o también postres de huevo como lo es el flan, postres hechos con masa de hojaldre, entre otros.
Asimismo, los postres varían según su método de preparación. Hay postres fríos como el granizado o el helado; postres semifríos como el mousse, la gelatina, los crepes o los pancakes y postres calientes como lo son los bizcochos, los muffins o las tartas.
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