Los alimentos que elegimos en invierno deben contemplar nuestra necesidad de comer algo caliente, reconfortante y saciante de forma saludable sin por eso caer en la tentación de optar por aquellos con altos niveles calóricos.
Para eso, los cereales integrales, legumbres y los frutos secos aportan la saciedad y nutrición suficiente y funcionan como buen acompañante de otros alimentos que en conjunto conforman la base elemental para llevar una alimentación completa y variada.
Para los días de frío se aconseja aprovechar los vegetales de estación por ser rico en vitaminas, minerales, fibra y agua:
Verduras: como coles, puerros, espinacas, ajo, cebolla, apio, zanahoria, brócoli, batata, coliflor, calabaza, zapallo, remolacha, acelga, repollo
Frutas: bananas, naranjas, mandarinas, pomelos, uvas, kiwis, limones o manzanas.
Por lo general, la comunidad profesional de nutricionistas recomiendan consumir a diario al menos 4 porciones de frutas y verduras alternando entre vegetales de diversos tipos y colores.
Asimismo, afirman la importancia de tener constancia en cuanto al agua que se bebe diariamente. Lo esencial es beber 2 litros de agua como mínimo. También es fundamental acompañar las jornadas cotidianas con un nivel de actividad física de al menos 30 minutos por día.
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