La pizza es un clásico que nunca falla y mucho menos si se hace en casa. Descubre su receta base para prepararla de forma sencilla y algunas opciones para innovar.
Al igual que la pasta, la pizza es el menú más popular y reconocido de la gastronomía italiana. Caracterizada por ser deliciosa, su receta madre es muy sencilla para elaborar en casa, rápida de cocinar, abundante e ideal para comer en soledad o en compañía con la familia o amigos.
La pizza es rica en todas sus versiones pero no se puede dejar pasar que la pizza casera es la mejor manera de disfrutar como se debe de este placentero menú. Es que la que está hecha como en casa, tiene ese respaldo de materia prima de calidad, dedicación, personalización y buen gusto.
La pizza casera está presente en cada reunión social porque es una receta apetecible para las mayorías además de ser una receta muy fácil de hacer que incluye la posibilidad de elaborar prepizzas para congelar y luego al cocinarla, poder colocarles los ingredientes según los comensales.
Sus ingredientes, muy similares a los del pan, incluyen agua, harina, aceite de oliva, sal, levadura y azúcar. Elementos altamente accesibles en cualquier tienda o supermercado y que siempre tenemos a mano en casa. Lo único que varía son los ingredientes que se le van a colocar a la pizza además de la mozzarella.
Otro de los secretos que hacen al éxito de la popularidad de las pizzas, es el amasado que lleva a cada una y que las diferencia unas a otras en el resultado final. También influye la manera por la cuál haríamos posible nuestro menú: de forma manual o bien con la ayuda de un robot mezclador, algo que ahorraría más tiempo.
Sin embargo, bien sabemos que la versión más auténtica y tradicional está en hacer y moldear la masa a mano. En ese punto, es elemental darle la dedicación necesaria al tratamiento de la masa pues el mayor tiempo invertido impactará de mejor manera en el resultado final.
Otro punto a favor de este gran menú, es la gran combinación de ingredientes que permite. La pizza puede ser altamente personalizable y apta para que podamos agregarle esos condimentos, aderezos, verduras, carne que queramos. Hasta incluso puede prepararse la mitad de la pizza con unos ingredientes y la otra mitad con una combinación distinta.
La pizza, además de ser un ícono de la gastronomía internacional, es un verdadero símbolo en las costumbres sociales y es la excusa perfecta que siempre viene bien cuando se quiere compartir un buen momento con alguien que queremos. Realmente, es esa gran aliada de las pequeñas y grandes celebraciones que apreciamos.
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